¿Qué es ser consciente?

 

«La Creación», vista por el pintor colombiano Julián Palau.

¿Qué es ser consciente? ¿Qué es adquirir consciencia? ¿Qué significa «abrir los ojos»?
Es saber la diferencia entre lo justo y lo injusto. La primera pregunta de Hashem es: «¿Dónde estás?» Lo que equivale a decir «¿Qué estás haciendo con tu vida?»
Con esta pregunta manifiesta que el primer acto de justicia o de injusticia es con uno mismo. Si estamos haciendo de nuestra vida lo que de verdad merecemos, entonces, estamos siendo justos; Pero, si, por el contrario, estamos haciendo de nuestra vida lo que no es o lo que no debiera ser, estamos obrando de manera injusta.
Tanto lo justo como lo injusto dan origen al bien o al mal, según sea el caso. Si la acción es justa, es el bien el que obra y prevalece; Si la acción es injusta, es el mal el que obra y prevalece. Por tanto, el bien o el mal, no son entidades o energías que existen por sí mismas, sino que son estados de ánimo o estados espirituales consecuencia de la voluntad expresada y ejecutada por nosotros mismos.
Si somos justos, si obramos con justicia, sentimos descender un bálsamo por nuestro ser, como agua de manantial que se desliza con suavidad desde nuestro pecho hasta nuestro interior. Si somos injustos, sentimos que cae sobre nuestros párpados una fuerza densa, pegajosa y pesada que, como una mano gigante se posa sobre nuestra cabeza y comienza a aplastarnos hasta empujarnos al sueño más asfixiante.
Ser justo es obrar con justicia; Y obrar con justicia es dar a cada uno (incluidos nosotros mismos) lo que cada uno merece; Ni más, ni menos, sino que lo que cada uno en justicia merece conforme a la proporción del mérito y del esfuerzo entregado. Si damos a nosotros mismos o a alguien cualquiera, lo que no merece (aunque creamos que ese dar es positivo), obramos con injusticia.
Ambas formas de actuar tienen consecuencias sobre nuestras vidas. Si obramos con justicia, entonces, esa justicia se multiplicará en nuestra vida. Si obramos con injusticia, esa misma injusticia se multiplicará en nuestra realidad.
Ser consciente es, entonces, distinguir entre el bien y el mal, y distinguir entre el bien y el mal es saber discernir y saber actuar con justicia o injusticia, según sea la dirección de nuestra voluntad. Se subentiende que la dirección de la voluntad de nuestro ser manifiesta lo que entonces somos, lo que estamos siendo, no lo que somos en sí, sino lo que, en ese momento, estamos decidiendo ser. Y lo que decidimos ser forma parte de nuestro libre albedrío: si justos o si injustos.


© José-Christian Páez, 2019.
Barcelona (España), 19.05.2019